jueves, 16 de febrero de 2017

La inicua asimetría del poder



La captura del Estado, el clientelismo y la exclusión redistribuyen a la inversa



En los tres actos políticos celebrados durante el fin de semana (PP, PSOE, Podemos) se ha visibilizado con mucha nitidez la asimetría del poder: omnímodo en el caso de Rajoy, expectante en el acto de apoyo a Susana Díaz, disputado en la competencia entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón. La desigualdad en el uso y disfrute de ese poder ha sido objeto de muchos estudios en el ámbito de la ciencia política a través del tiempo. Era difícil pensar que también se iba a encontrar en el último Informe sobre del Desarrollo Mundial (La gobernanza y las leyes), del Banco Mundial, presentado recientemente.
Tiene un interés añadido este documento por ser el primer informe sobre el desarrollo publicado desde que Paul Romer fue escogido como economista jefe de la institución. No había habido un economista de tanta personalidad en la organización multilateral desde que lo fue Joseph Stiglitz (1997-2000), y lo ha demostrado elaborando un durísimo trabajo sobre los problemas de la macroeconomía, que ha dejado temblando los cimientos de la profesión. Aunque es lógico pensar que este informe pertenece, sobre todo, a la etapa anterior (Romer sólo está desde el pasado mes de octubre), el economista jefe tiene como potestad dirigir las líneas de investigación de la institución creada en Breton Woods al final de la Segunda Guerra Mundial.
El Informe sobre el Desarrollo trata de responder a una historia muy frecuente: por qué las políticas públicas no tienen en muchas ocasiones la eficacia suficiente, incluso si están bien enfocadas. El Banco Mundial se centra en las responsabilidades de la gobernanza y en cómo una distribución desigual del poder en el seno de las sociedades mina aquella eficacia. La asimetría del poder se centra en tres características que se complementan: la exclusión de grupos y ciudadanos que son sistemáticamente apartados de las decisiones, de las instituciones y de los recursos del Estado; la captura del Estado (o de algunos de sus organismos, como los reguladores y supervisores) por parte de élites que se adueñan de la política y la ponen al servicio de sus intereses; y el clientelismo, cuando se proporcionan beneficios a cambio del apoyo político, se compra el voto ciudadano a cambio de beneficios a corto plazo.
Exclusión, captura y clientelismo reducen la capacidad de los Estados para proporcionar el bienestar a sus ciudadanos, lo cual adquiere más significación en coyunturas de crisis abierta o en otras de mucha vulnerabilidad frente a las tendencias y los ciclos económicos, en las que el crecimiento y la productividad a nivel mundial disminuyen, lo que limita los recursos disponibles al tiempo que las demandas ciudadanas de servicios, infraestructuras e instituciones justas (por ejemplo, la ayuda al desarrollo) continúan aumentando. Dadas las restricciones que pesan sobre los presupuestos públicos es imprescindible que los recursos se utilicen con la mayor eficacia, lo que significa que habrá de reducir también la desigualdad en el poder (además del resto de las desigualdades, sobre todo la de oportunidades).
Errejón ha dicho estos días algo que sirve para todas las formaciones políticas y para cualquier momento: para que un partido pueda gobernar, la ciudadanía tiene que visibilizar que es capaz de gobernar. Las decisiones se toman en escenarios políticos y sociales complejos; los individuos y los grupos con poder desigual interactúan en un marco de reglas cambiantes. En este sentido, el PP goza ahora de gran ventaja.

Comentario de Diego Muñoz: Este artículo menciona los ciclos económicos para decir que en estos, las personas son más vulnerables si no dependen del Estado. Además menciona la macroeconomía, la cual ha sufrido una crítica muy grande por un premio Nobel de la economía.

jueves, 9 de febrero de 2017

LOS CUATRO EFECTOS NEGATIVOS QUE TRAERÁ LA SUBIDA DE LA INFLACIÓN
Qué suban los precios es bueno porque se evita caer en una espiral deflacionista, pero también tiene desventajas

La inflación subió 1,4 puntos en enero con respecto a un año hasta situarse en el 3%, según el dato avanzado del INE. Qué suban los precios es bueno porque se evita caer en una espiral deflacionista, negativa para el crecimiento económico, sin embargo estas dos cifras tienen consecuencias negativas.

Trabajadores y pensionistas: se pierde poder adquisitivo. Este es el primer efecto y uno de los más negativos, ya que con la misma cantidad de dinero se pueden comprar menos productos que en un contexto no inflacionista. Si la subida de los precios no se ve compensada por un incremento en los salarios, o que el porcentaje de incremento sea menor (por ejemplo las pensiones solo se revalorizarán un 0,25%) se tendrán más dificultades para llegar a fin de mes.
Ahorradores: ya no se puede batir la inflación. Una de las premisas que debe perseguir todo ahorrador cuando invierte es batir la inflación. En un entorno de tipos en el 0% e inflación negativa la rentabilidad real era positiva, ya que lograr un depósito al 0,20%, por poner un ejemplo, y una inflación negativa del -0,8% permitía obtener una rentabilidad real del 1%. En el contexto actual, estamos perdiendo dinero con nuestros ahorros en el banco, ya que no se logra ni siquiera igualar el efecto de la subida de los precios. Así, un depósito al 0,20% y una inflación del 3% arrojan una rentabilidad negativa del -2,8%.
Comentario de Marta Gámez: Esta noticia, del 02/02/2017 nos informa sobre la subida de 1,4 puntos de la inflación. La inflación es el crecimiento generalizado y continuo de los precios de una economía. Como podemos ver, esto conlleva una serie de consecuencias en muchos aspectos distintos. Entre otros, la incertidumbre y es que si los precios cambian continuamente, no transmiten la información que los consumidores y empresas necesitan para decidir qué y cuánto consumir o producir. Por otro lado, también hay una pérdida de poder adquisitivo (lo que se puede comprar con una cantidad de dinero). Aquí, podemos hacer dos clasificaciones: los grupos perjudicados y los grupos beneficiados. En los primero, englobaríamos a los pensionistas, trabajadores, ahorradores y empresas exportadoras de productos nacionales. Y por otro lado, los grupos beneficiados son el Estado, las empresas importadoras de productos extranjeros y los deudores. Como podemos ver, el grupo de perjudicados es mayor que el de beneficiados.

EL IPC SE DISPARA EN ENERO Y SUBE AL 3%, LA TASA MÁS ALTA EN LOS ÚLTIMOS 4 AÑOS
El Índice de Precios de Consumo (IPC) se disparó en 1,4 puntos en enero y subió al 3%, la tasa más alta en los últimos cuatro años. Este incremento se explica, principalmente, por la subida de los precios de la electricidad y los carburantes frente a la bajada que experimentaron el año pasado.
De confirmarse este dato el próximo 15 de febrero, el alza interanual del IPC de enero sería casi el doble que la de diciembre y marcaría la mayor tasa en un primer mes del año desde octubre de 2012, cuando los precios alcanzaron una tasa del 3,5%.
El precio del barril de Brent se situaba hace un año por debajo de los 30 dólares, frente a los 55 dólares actuales. Por su parte, el precio mayorista de la electricidad cerrará este mes de enero en una media de 71,5 euros por megavatio hora (MWh), su media más alta en 11 años. Esta cifra casi duplica los 36,53 euros de enero de 2016.
Por su parte, la variación anual del indicador adelantado del IPCA se situó en enero en el 3%. Si este dato se confirma, la tasa anual del IPCA aumentaría más de un punto y medio respecto al mes anterior.
En términos mensuales, el IPC retrocedió un 0,5% en enero respecto al mes anterior, su menor descenso en este mes desde el año 2006, cuando bajó un 0,4%.
El Índice de Precios de Consumo cerró 2016 en una tasa del 1,6% tras dispararse nueve décimas en diciembre respecto al mes anterior como consecuencia del encarecimiento de las gasolinas, de la electricidad y de algunos alimentos.
Comentario de marta Gámez: en esta noticia aparece el concepto de IPC (Índice de Precios al Consumo). Es una medida ponderada (medida de centralización) de los precios de los bienes que representan el consumo típico de una familia media. Como nos explica, esta subida se debe a la subida de los precios de la electricidad y carburantes y si se sigue así, seguirá en aumento.